Un día, tras una de nuestras sesiones teatrales en la que trabajamos la prevención de la violencia de género, se nos acercó una chica que formaba parte del alumnado de 4º de ESO que había asistido a la sesión. Nos explicó que le habían removido mucho las escenas y que precisamente ella, como trabajo de recuperación de Lengua, había redactado una breve historia sobre este arco de violencia al que hacíamos referencia en las escenas. Nos pareció muy interesante y le propusimos que, si tenía a bien, nos lo hiciera llegar para difundirlo. Nos parecía una manera muy adecuada de hacer llegar a los/as chicos/as lo que explicamos en las sesiones.
A continuación os dejamos el relato de Adriana, como así se llama la chica.
El mal amor
Un día mientras Paola y su madre conversaban por teléfono, le dijo:
-Mamá, estoy muy desesperada y no sé qué hacer. Luis y yo llevamos un par de meses bastante complicados. Esta bastante irritable y no encontramos la forma de comunicarnos sin discutir u ofendernos ¿Podrías darme algún consejo que nos pueda ayudar? Lo necesito urgentemente y no hay otra persona que pueda darme mejor consejo que tú.
-Paola- Dijo Carmen (Madre de Paola)- hija mía, para que lo entiendas mejor, me gustaría contarte la historia de una mujer con un gran mal amor.
Paola empezó a escuchar con mucha atención.
-Había una vez una pareja visualmente perfecta, ya que físicamente eran lo opuesto. La chica era de piel morena, rubia, ojos marrones, bajita y sin ningún piercing ni tatuaje; el chico era de piel blanca, pelo negro, ojos azules, alto y con varios piercings y un par de tatuajes. Pero nadie sabía lo que pasaba dentro de la relación. La chica les contó un día a sus amigas que la relación estaba yendo un poco mal, ya que él se estaba volviendo muy controlador e irritable. Un par de amigas le contaron que les pasó lo mismo y que esa relación no iba a llegar a ninguna parte, que solamente le iba a machacar psicológicamente. Pero ella no lo quería aceptar ya que le amaba demasiado. Pero semanas después, todo empeoro. Él no le dejaba salir con sus amigas ni familiares, no le dejaba mantener contacto ni físico, ni oral, ni escrito con otras personas que fueran de su género opuesto, tampoco le dejaba vestir como ella quisiera y simplemente, no le dejaba ser ella. Pero ella pensaba que era porque estaba pasando por un momento de inseguridad y que solo iba a durarle un tiempo. Pero pasó un mes y no mejoraba, solo empeoraba, hasta que llegó un momento en el que empezó a faltarle el respeto. Ella rápidamente acudió a sus amigas, que le dijeron tiempo atrás de que eso iba a pasar. Y después de una pequeña charla, ella por fin abrió los ojos y saco el valor suficiente como para enfrentarle y cotar por fin esa mala relación.
Por lo tanto, en el momento de que se pase un mínimo, te empiece a decir que hacer o que no, o simplemente, quiera cambiar como tú eres, corta esa relación de una. Se tan valiente como esa chica y no permitas que llegue a tanto como le pasó a ella.
A Paola le pareció una historia muy bonita, y como la historia decía, empezó a pasar. Por lo tanto, cortó con Luis de inmediato, porque se dio cuenta que si se portaba así era porque no era el indicado. Y descubrió que sin Luis era más feliz, ya que no había discusiones.
Para resumir bien esta historia, estos versos se han creado:
Si ese amor duele,
mejor que vuele.
Adriana Herrera. 4º ESO.
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